PREFACIO DOMINICAL VII
La salvación por la obediencia de Cristo
Este prefacio se dice en los domingos del Tiempo Ordinario.
℣. El Señor esté con ustedes.
℟. Y con tu espíritu.
℟. Y con tu espíritu.
℣. Levantemos el corazón.
℟. Lo tenemos levantado hacia el Señor.
℣. Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
℟. Es justo y necesario.
El sacerdote prosigue el prefacio, con las manos extendidas.
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno.
Porque tu amor al mundo
fue tan misericordioso
que no sólo nos enviaste como redentor
a tu propio Hijo,
sino que en todo lo quisiste semejante al hombre,
menos en el pecado,
para poder así amar en nosotros
lo que amabas en él.
Con su obediencia has restaurado aquellos dones
que por nuestra desobediencia habíamos perdido.
Por eso,
ahora nosotros, llenos de alegría,
te aclamamos con los ángeles y los santos
diciendo:
Al final del prefacio junta las manos y, en unión con el pueblo, concluye el mismo prefacio, cantando o diciendo con voz clara:
Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios del universo. Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria. Hosanna en el cielo. Bendito el que viene en nombre del Señor. Hosanna en el cielo.