Prefacio I de Navidad

PREFACIO I DE NAVIDAD
Cristo es luz

Este prefacio se dice en las misas de Navidad y de su octava; durante la octava, se dice incluso en aquellas misas que, si se celebraran en otro tiempo tendrían prefacio propio, pero no en aquellas que tienen prefacio propio referido a las Personas divinas o sus misterios. También se dice en las ferias del tiempo de Navidad.

℣. El Señor esté con ustedes.
℟. Y con tu espíritu.

℣. Levantemos el corazón.
℟. Lo tenemos levantado hacia el Señor.

℣. Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
℟. Es justo y necesario.

El sacerdote prosigue el prefacio, con las manos extendidas.
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación, darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno. 

Porque gracias al misterio de la Palabra hecha carne, la luz de tu gloria brilló ante nuestros ojos con nuevo resplandor para que conociendo a Dios visiblemente, él nos lleve al amor de lo invisible. 

Por eso, con los ángeles y los arcángeles y con todos los coros celestiales, cantamos sin cesar el himno de tu gloria:

Si se usa el Canon romano, se dice Reunidos en comunión propio. En la misa que se celebra en la vigilia o en la noche de Navidad se dice: para celebrar la noche santa en que...; después se dice siempre: para celebrar el día santa en que..., hasta la octava de Navidad inclusiva.

Al final del prefacio junta las manos y, en unión con el pueblo, concluye el mismo prefacio, cantando o diciendo con voz clara:
Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios del universo. Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria. Hosanna en el cielo. Bendito el que viene en nombre del Señor. Hosanna en el cielo. 

Prosigue la Plegaria Eucarística.