Prefacio II de la Santísima Eucaristía

PREFACIO II DE LA SANTÍSIMA EUCARISTÍA
Los frutos de la Santísima Eucaristía

Este prefacio se dice en la solemnidad del Cuerpo y Sangre de Cristo y en las misas votivas de la Santísima Eucaristía.

℣. El Señor esté con ustedes.
℟. Y con tu espíritu.

℣. Levantemos el corazón.
℟. Lo tenemos levantado hacia el Señor.

℣. Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
℟. Es justo y necesario.

El sacerdote prosigue el prefacio, con las manos extendidas.
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo, Señor nuestro.

El cual, en la última cena con los apóstoles, para perpetuar su pasión salvadora, se entregó a sí mismo como Cordero inmaculado y Eucaristía perfecta. 

Con este sacramento alimentas y santificas a tus fieles, para que una misma fe ilumine y un mismo amor congregue a todos los hombres que habitan un mismo mundo. 

Así, pues, nos reunimos en torno a la mesa de este sacramento admirable, para que la abundancia de tu gracia nos lleve a poseer la vida celestial. 

Por eso, Señor, todas tus criaturas, en el cielo y en la tierra, te adoran cantando un cántico nuevo; y también nosotros, con los ángeles, te aclamamos por siempre diciendo:

Al final del prefacio junta las manos y, en unión con el pueblo, concluye el mismo prefacio, cantando o diciendo con voz clara:
Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios del universo. Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria. Hosanna en el cielo. Bendito el que viene en nombre del Señor. Hosanna en el cielo. 

Prosigue la Plegaria Eucarística.