PREFACIO V DE SANTA MARÍA VIRGEN
María, imagen de la humanidad nueva
Este prefacio se dice en las Misas de la Santísima Virgen.
℣. El Señor esté con ustedes.
℟. Y con tu espíritu.
℟. Y con tu espíritu.
℣. Levantemos el corazón.
℟. Lo tenemos levantado hacia el Señor.
℣. Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
℟. Es justo y necesario.
El sacerdote prosigue el prefacio, con las manos extendidas.
En verdad es justo darte gracias,
Padre Santo,
fuente de la vida y de la alegría.
Porque en esta etapa final de la historia
has querido revelarnos
el misterio escondido desde siglos,
para que así el mundo entero
retorne a la vida y recobre la esperanza.
En Cristo, nuevo Adán,
y en María, nueva Eva,
se revela el misterio de tu Iglesia,
como primicia de la humanidad redimida.
Por este inefable don
la creación entera,
con la fuerza del Espíritu Santo,
emprende de nuevo
su camino hacia la Pascua eterna.
Por eso, nosotros,
unidos a los ángeles y a los santos,
cantamos a una voz
el himno de tu gloria:
Al final del prefacio junta las manos y, en unión con el pueblo, concluye el mismo prefacio, cantando o diciendo con voz clara:
Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios del universo. Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria. Hosanna en el cielo. Bendito el que viene en nombre del Señor. Hosanna en el cielo.